Cuando te encargas de una planta buscas información sobre sus necesidades, consultas a un experto en jardinería, la pones al sol, la riegas y le das todos los cuidados necesarios y acordes con sus características. ¿Creéis que es posible convertir un cactus en una petunia?
Lo mismo ocurre con los niñ@s, cada uno tiene unas características diferentes, un carácter, una esencia, unas fortalezas y unas necesidades. Es por ello que no podemos pretender que nuestros hij@s se conviertan en algo que no son, sino respetarlos tal y como son, cubrir sus necesidades, adaptarnos a sus circunstancias y dejar que crezcan con toda su esencia para desarrollar su potencial.
Comentarios
Publicar un comentario